Composición

44 % de pinot noir, 32 % de chardonnay y 24 % de meunier Los años de sequía, maduros y sanos, sientan bien a la pinot noir, la variedad mayoritaria en este ensamblaje. Con un 44 % de pinot noir, hay que remontarse a 2009 (con un 50 %) y a 1996 (con otro 50 %) para tener una proporción tan elevada. En contrapartida, la presencia de chardonnay es bastante baja (32 %). La chardonnay sufrió más la sequía en general y pudo haber acusado un déficit de nitrógeno debido a la falta de mineralización en el suelo, lo que a veces le impide expresar todo su potencial aromático. Hemos de remontarnos a otros dos años soleados, 2003 (con un 28 %) y 1999 (con un 31 %) para encontrar una proporción tan baja.

Un color pálido y resplandeciente

Una capa amarillo limón resplandeciente con reflejos luminosos, burbujas finas y espuma cremosa.

Un buqué tierno y vegetal

La primera impresión es la de un buqué comedido, que sugiere un universo blanco-verde suave y fresco. Las notas iniciales de panadería (miga de pan, brioche fresco, pasta de almendra) dan paso a la flor de saúco y al jazmín, seguidos de notas afrutadas como el melocotón blanco y la sandía. El conjunto se completa con notas de matorral al amanecer.

Un paladar limpio y envolventel

El ataque en boca es limpio y seguro. La materia es amplia y flexible, sin pesadez, y evoca a la flor de algodón. La textura envolvente y acariciante se acompaña de matices florales, anisados y mentolados que aportan ligereza y frescura para una añada tan solar. El regusto persiste con una nota ligeramente vigorosa, de un delicado amargor que evoca la almendra fresca.