Disfruta de una nueva experiencia en coctelería gracias a Moët & Chandon, con una gama que incluye tanto los emblemáticos cócteles de champagne del siglo XIX como nuestras creaciones de vanguardia.
«En los cócteles, como con el champagne, si rompe las reglas, debe ser con Moët & Chandon».
Descubre las novedosas recetas para cócteles, diseñadas especialmente para que el champagne brille y mostrar los diversos aromas y la complejidad de nuestros vinos más emblemáticos.
Creado para celebrar el caldo más emblemático de la Maison, este cóctel destaca los sabores más frescos de Moët Impérial.
La fruta tiene una presencia especial en esta delicada receta, inspirada en los gloriosos atardeceres de los jardines de naranjos en Épernay.
Creada en homenaje a la famosa marquesa de Pompadour, esta bebida define la espontaneidad radiante y seductora del Rosé Impérial.
¿Sabías que el champagne y la coctelería comparten una larga historia?
Reinterpretadas a partir de célebres guías de coctelería o menús históricos —incluido el del Titanic— estas tres bebidas rinden homenaje a los pilares fundamentales de la mixología.
Recrea en casa las recetas que nos hicieron enamorarnos de los cócteles de champagne.
Este cóctel se sirvió como sexto plato individual para los pasajeros de primera clase la noche en que el Titanic se hundió.
El cóctel de champagne se creó en Panamá en 1855. Su popularidad le valió un puesto en el primer libro de cócteles de la historia, el «Jerry Thomas’ Bartenders Guide».
Este cóctel toma su nombre del cañón francés ligero de campo de 75 milímetros. Fue bautizado como «la bebida más poderosa del mundo» por el escritor británico Alec Waugh.
En Moët & Chandon sabemos que la coctelería va de la mano del arte de romper las reglas.
A lo largo de más de 250 años, hemos reinventado el champagne cada vez que se acostumbraba a su posición de poder. Como merece ser una bebida excepcional, siempre hemos disfrutado desafiando el status quo para presentar nuevos rituales y llevar su magia a todos los rincones del mundo.
Punch Romaine elaborado con Moët & Chandon en 1858 y servido en el menú de primera clase del Titanic fue diseñado por Escoffier, pasando por Prince Albert’s Black Velvet, la historia de Moët & Chandon siempre ha estado estrechamente vinculada a los cócteles con champán.
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